Bernardo Bertolani, nuestro analista político.

Es ya tan larga la lista de ofensas, blasfemias y obscenidades en libelos, panfletos, carteles, anuncios, catálogos, folletos públicos y personalizados contra el Cristianismo que abruman hasta la asfixia; y no hablemos de los subvencionados desfiles carnavalescos anticristianos, de las películas, los documentales y las series de televisión porno-irreverentes, sin olvidarnos de los manuales de primaria y de las guías de educación pornográficas y erótico-sacrílegas todo incentivado por el hedonismo y el pansexualismo de la pornográfica y neomarxista ideología de género, la hija pervertida de la revolución sexual del fracasado Mayo del 68, del comunismo y de la filosofía marxista que tanto admiraron y justificaron, Balá y Piñón Fijo, ambos arlequines satánicos, en mi opinión. Por suerte hay una banda (PBC) entre tantas malditas, que reivindica los valores que nos hacen hombres, Dios y el Rey de España, dos palabras que la juventud tenía que escuchar.